En México, más que en otros países, el gasto en medicina privada es alto, representando el 4.5% del consumo final de los hogares. Esto es 50% más que el promedio de la OCDE.
Paola de León, de 28 años de edad, decidió pagar su seguro de gastos médicos mayores. Ella vio a su hermano y a su abuela internos en hospitales públicos varias veces y fue testigo de la falta de medicamentos o de aparatos.
Salomón Chertorivsky y Santiago Echeverría añaden que el sistema de salud pública tiene la capacidad de atender a sus afiliados y que pagar un seguro privado es una decisión personal.
El IMSS tiene una ventaja, no hay límite de nada, el paciente se registra hoy y tiene derecho a todo, incluso padecimientos preexistentes, y no hay límite de montos, lo que se tenga que gastar se gastará", afirma Echeverría.
El beneficio de la salud pública versus la privada, añade Echeverría, es la mayor inversión que se hace en investigación y educación.
Las opciones públicas de salud incluyen al IMSS para trabajadores asalariados de empresas privadas; al ISSSTE para los trabajadores del
Estado; al Seguro Popular para los trabajadores no asalariados o desempleados, y al Seguro de Enfermedad para la Familia o el Seguro Facultativo para quien no tiene patrón pero quiere afiliarse.
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