Durante las primeras semanas de vida, nuestros hijos son más propensos a enfermarse porque sus sistemas inmunológicos no están totalmente desarrollados. A medida que van creciendo, van explorando y se llevan a la boca todo tipo de cosas, de manera que es muy fácil que queden expuestos a virus y bacterias. Y ni qué decir de cuando empiezan a caminar, pues las caídas y los golpes suceden comúnmente. Por lo tanto, todas estas situaciones pueden ocasionar muchos gastos en la economía familiar.
De acuerdo con algunos padres de familia, el gasto anual en la salud de sus hijos oscila alrededor de los 15 mil pesos, costo que incluye visitas al pediatra, medicamentos y vacunas, entre otros. Pero si a esto sumamos alguna torcedura o lesión de pie o mano, esta cifra puede aumentar entre 3 mil pesos y 5 mil pesos y lesiones más graves pueden ir desde los 40 mil hasta los 130 mil pesos*, lo que eleva considerablemente la posibilidad de que el patrimonio familiar se vea seriamente afectado.
En este sentido, es importante que como padre de familia, consideres adquirir un seguro de gastos médicos para tus hijos desde que están recién nacidos. Este tipo de seguros te ayudará a no desembolsar grandes cantidades dinero y te dará la tranquilidad de que podrás solventar fácilmente cualquier accidente o enfermedad de tus hijos.
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