La mayoría de pólizas tiene amparos adicionales contra sabotaje y terrorismo, pero la gente lo desconoce.
Por desgracia, al igual que la muerte, un acto terrorista también puede sorprender a las personas en su hogar, sitio de trabajo, en el transporte público o hasta en su propio vehículo, tal como quedó demostrado la semana pasada con lo sucedido en una concurrida zona del norte de Bogotá o unos meses atrás en un conjunto residencial de la localidad de Suba.
En Colombia, todavía son pocas las personas que toman una póliza, y las pocas que lo hacen buscan asegurar primero su vehículo, empresa o bienes materiales, con el ánimo de protegerlos contra robo, incendio o cualquier siniestro de origen natural.
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