martes, 6 de marzo de 2012

“NADIE ESTAMOS EXENTOS”

Vivir de cerca la terrible experiencia de una familia que de manera inesperada perdió a uno de sus miembros, llevó a Mariana a tomar la decisión de contratar un seguro de gastos médicos, que le costaba casi 13 mil pesos al año.
"De un día para otro, el joven, que siempre había sido saludable, e incluso apoyaba a su familia económicamente, se enfermó. Fue internado en una clínica que ni siquiera era de altísimo nivel. Duró internado una semana y al final murió.
El costo de la atención que le dieron fue de casi un millón de pesos.
Esos gastos no estaban contemplados por la familia", asegura Mariana.
Además del brutal golpe de perder a este muchacho productivo, la familia tuvo que hacer negociaciones y adquirir compromisos severos para poder cubrir los gastos que les generó la enfermedad y muerte de el joven, pues si no lo hacían de esa manera, no podían recibir el cuerpo de su ser querido. "Eso te agrava el dolor emocional", afirma la joven.
"Eso me marcó. A raíz de eso, consideré que debía asumir una responsabilidad, al menos sentirme estable y darle una estabilidad a mi familia. Decidí tomar un seguro de gastos médicos mayores.

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